Ya advertíamos en la información de Julian Suri en el día de ayer que los jugadores que toman parte en el Scottish Open deberían de tener mucho cuidado con los llamados pot bunkers del Gullane Golf Club, esas trampas de arena de pared vertical que tantos quebraderos de cabeza dan. Como le ocurrió a Patrick Reed en uno de los situados en el hoyo 12 donde se las vio y se las deseó para poder salir de el tras pegar la bola una y otra vez en sus paredes.
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Shot 5: ?Links golf is hard. pic.twitter.com/BCh4LikKsa
— The European Tour (@EuropeanTour) 13 de julio de 2018





