Al norirlandés le entró la risa después de un golpe casi perfecto pero que el agujero repelió en forma de una corbata de prácticamente 360 grados
Rory McIlroy no tuvo su mejor día este pasado domingo en Colonial donde firmaba una ronda de 74 golpes, 41 de ellos en los primeros nueve hoyos. pero sus males no los acumuló esa última jornada ya que el viernes sufría en sus carnes esta tremenda corbata tras un chip por alto desde el rough casi perfecto de no ser por que el agujero repelió la bola de forma tan sorprendente por lo que le entró la risa.
A horrible horseshoe while playing Horrible Horseshoe. ? pic.twitter.com/4GqklXiaPw
— PGA TOUR (@PGATOUR) June 12, 2020
