Hay maneras y maneras de perder golpes, pero la que eligió en la tarde del domingo Justin Rose es una de las más dolorosas que le pueden ocurrir a un profesional. Sobre todo después de, tras un comienzo alucinante, conseguir firmar cuatro birdies sin errores en las siete primeras banderas del día que le habían colocado muy cerca de coronar el Top 10. Pero la alegría como vino se fue. Y todo por culpa del hoyo 8, donde pasó de tener la bola bien colocada en la calle para atacar la bandera a mandarla al rough y comenzar una odisea que le llevaría hasta cuatro intentos para sacarla de allí. ¿Resultado final? Un 8 que le hizo desaparecer cualquier acierto anterior.
Easily $200,000 or more in mistakes. Justin Rose proving that #GolfIsHard pic.twitter.com/tPbxiDwlLc
— P Norton (@P_Norton) August 25, 2019