Era la oportunidad perfecta para dejar el torneo finiquitado, convertirse en el inglés con más victorias en la historia del PGA Tour y lucir con honores su nuevo rol como nuevo número 1 del mundo… pero se encontró con una inesperada corbata tras un putt lanzado a la perfección. Justin Rose sufrió en sus carnes la crueldad de este deporte después de haber hecho frente al 18 con un golpe de ventaja respecto a Keegan Bradley.
Un impacto que hubiese conservado de haber logrado el par en la última bandera. Pero un segundo golpe en el que la bola se quedó corta y un chip bastante flojo le dejaron con un serio compromiso desde casi cinco metros que no logró superar.
Justin Rose … for the win … pic.twitter.com/eRYqLVnCgS
— PGA TOUR (@PGATOUR) September 10, 2018
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