Todo sucedió en el hoyo 15, un par 3 de 188 yardas (unos 170 metros), donde el aussie se acabó anotando ¡un cuádruplebogey! Hasta en dos ocasiones Scott mandó la bola al agua –una por exceso y otra por defecto- y como no consiga ganar se acordará durante mucho tiempo de esta parte del recorrido.





