Seguro que le habrá pasado alguna vez el ir corriendo hasta donde está su bola con la intención de marcarla sobre todo en días de viento. Pues eso fue lo que hizo Jordan Spieth en el hoyo 11 de Shinnecock Hills después de que la bola no coronara el green tras un mal chip. Y es que estos endiablados greenes no perdonan ningún error.