El León de Barrika continúa haciendo frente a las adversidades en los greenes. Y es que al choque de bolas del jueves le ha seguido este doloroso error el segundo día de competición
Nadie dijo que fuera fácil y que no habría que sufrir para conseguir otro triunfo en el mejor circuito del planeta. Solo hay que fijarse en Jon Rahm, que este viernes está viviendo en primera persona lo que es tenerse que agarrar al campo en el Phoenix Open para no ver escapar la parte alta de la clasificación. Un importante ejercicio físico y mental que esperemos que le dé resultado en las próximas horas, sobre todo por todo por lo que está pasando el de Barrika.
Sirva como ejemplo lo vivido en el hoyo 11, donde tuvo que lidiar con esta corbata de grandes dimensiones después de un putt tirado a la perfección desde más allá de los ocho metros. Esperemos que todo lo que le está quitando Scottsdale en estas primeras horas se lo devuelva el domingo.
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— PGA TOUR (@PGATOUR) 2 de febrero de 2018





