¡Como para no reírse! Cuánta mala suerte tuvo Tiger en la última jornada del Arnold Palmer -y no lo decimos solo porque, en el 16, cuando se encontraba a solo un golpe de Rory McIlroy, mandó la bola fuera de límites desde la salida para dar por finiquitadas sus opciones en el torneo-. Y es que desde bien temprano Bay Hill jugó con el californiano como quiso, poniendo a prueba su saber estar y, por qué no decirlo, “troleándole” un poco.
Solo hay que ver esta acción en el hoyo 5 cuando, tras un exquisito putt para birdie que parecía claro que iba a encontrar el fondo del agujero, se encontró con la bandera para quitarle de un plumazo la opción de restarle un golpe al complejo. Increíble.
Hit a house.
That’ll do. #QuickHits pic.twitter.com/qCVPZy5w5g
— PGA TOUR (@PGATOUR) 18 de marzo de 2018