El golfista sudafricano vivió en sus carnes lo cruel que es a veces este deporte cuando un disparo que le debía haber conducido a un birdie sencillo acabó por complicarle la vida incluso para salvar el par
Dicen que del éxito al fracaso hay una línea muy fina de separación y si no que se lo pregunten al sudafricano Erik Van Rooyen, que en la jornada del viernes vivió en sus carnes la cara más dura de este deporte después de que del par 5 del hoyo 2 saliera con un par después de haber rozado incluso el eagle. Y es que en su tercer golpe el jugador de 28 años conectó de manera espectacular con la bola y, sin embargo, se encontró con el mástil de una bandera que escupió la bola fuera de green. Su cara era todo un poema.
This game can be cruel at times ??#dunhillChamps pic.twitter.com/nDPF1VDVEZ
— The European Tour (@EuropeanTour) 14 de diciembre de 2018





