Toda la crudeza del golf en solo un hoyo. Kevin Chappell inició su andadura en el hoyo 12 como líder en solitario del torneo después de haber conseguido tres birdies y solo un bogey el domingo. Un trece bajo par en su marcador que le otorgaba todo el favoritismo para llegar a los últimos 18 hoyos ostentando el liderato… Craso error. Como suele pasar en estas situaciones, si algo puede salir mal no hay que dudar que todavía puede salir peor. Y para muestra un botón.
Chappell impactó a la bola de auténtico lujo desde el tee, pero dio la casualidad de que ésta se posó en una de las chuletas que integraban la calle. Una fatídica coincidencia que fue el anticipo a la serie de catastróficas desdichas que tuvieron lugar a continuación y que provocaron el doblebogey del norteamericano y la pérdida del liderato. Y es que en su segundo golpe, desde la chuleta, la pelota voló pero no fue capaz de encontrar el green, con lo que cayó por el obstáculo entre las piedras y unos cuantos matorrales.
Y fueron precisamente las piedras las que entraron en juego en su tercer intento. Chappell no calculó bien la distancia y su approach acabó impactando con una de ellas. Su cara era todo un poema. Por suerte, pudo salvar el doblebogey y se deja todavía opciones para plantearle batalla al líder Casey en la última ronda.
Shot 1: Perfect (lands in a divot, though)
Shot 2: In the hazard
Shot 3: Off the rocksDouble bogey.
Golf is hard. https://t.co/mJ6Wkqg1yx
— PGA TOUR (@PGATOUR) 4 de septiembre de 2016
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