Comentaba un conocido hace pocas fechas que las madrugadas le sabían a gintonic y le sonaban a un triple de Kobe Bryant narrado por Andrés Montes. Lamentablemente, la voz del comentarista se apagó hace ya más de una década y, hace unas horas, la sonrisa del ex jugador de la NBA se congeló para siempre en nuestra memoria. Como si se tratara de un amigo lejano, de aquellos que han compartido durante noches y noches el salón de nuestra casa, la muerte del ex jugador de baloncesto nos ha dejado en estado de shock.
“No entendía por qué la gente de las gradas me pedía que lo hiciera por Mamba”, se explicaba después de su cuarta ronda en el Farmers un visiblemente emocionado Tiger Woods. “No lo supe hasta que Joe -LaCava, su caddie- me lo comentó después de salir del 18. Es una sorpresa para todos. Increíblemente triste y uno de los días más trágicos de la historia del deporte. Todavía estoy tratando de asimilarlo porque me comunicaron la noticia hace sólo cinco minutos”, continuó.
Las lágrimas se extendían por toda la sala de prensa. Kobe, el eterno 24 (antes 8), aquel al que muchos catalogaron un digno sucesor de Michael Jordan, nos dejaba con sólo 41 años. Desde que se confirmó la información fueron muchos los que quisieron rendirle homenaje a una de las mayores leyendas de la historia de Los Ángeles Lakers y las redes sociales se llenaron de muestras de afecto y gratitud, señalando la figura de uno de los deportistas que más hizo por el baloncesto tanto dentro como fuera de las canchas.
“Conectamos enseguida por el aspecto mental”, afirmó Tiger unos minutos después de su primera aparición ante las cámaras. “Le prestaba mucha atención a los pequeños detalles y eso lo hizo mejor que, probablemente, cualquier otro jugador de la historia de la NBA”, puntualizó. Una trágica noticia que tiñó de luto San Diego y que dejará un vacío difícil de llenar en el mundo del deporte.