Era algo que nadie quería tratar, pero lo cierto es que muchos lo veníamos avisando desde que el PGA Tour dio a conocer su calendario para esta temporada: el Hero World Challenge, el evento no oficial que cuenta con Tiger Woods como maestro de ceremonias, se encuentra en este 2019 en un brete de grandes proporciones.
Y es que si todo hubiese seguido como hasta ahora el torneo en el que tienen cabida 18 de los mejores jugadores del mundo se hubiese disputado en Bahamas la primera semana de diciembre de jueves a domingo, solo unos días antes de que un buen grupo de jugadores -entre ellos el propio Tiger– tengan que desplazarse a Melbourne para la disputa de la Presidents Cup.
El californiano, que participará en el evento como capitán del equipo de las barras y estrellas -y tras su victoria en el Masters casi seguro que también como jugador– ya comentó algo en la edición del año pasado, pero prefirió salir por la tangente cuando fue preguntado abiertamente sobre la posibilidad de cambiar la fecha del campeonato.
“Hay muchas cosas que están en el aire”, dijo el ex número uno del mundo, consciente del tremendo viaje al que tendrían que hacer frente los jugadores para poder llegar a tiempo a la Presidents -no tendrá estos problemas Jon Rahm, que acudirá a la cita como campeón defensor-.
Y sí, hablamos de pasado porque esta misma semana los organizadores del Hero han decidido dar a los jugadores un día más de margen para planificar el viaje y el evento se disputará del miércoles al sábado -jugándose por tanto del 4 al 7 de diciembre-. Pero ahora surge un nuevo problema. Esa misma semana se juega el Open de Australia, un torneo que con el paso de los años ha ido perdiendo peso en beneficio del Hero y desde el que, sin embargo, confían en que acudan un buen grupo de estadounidenses aprovechándose de que solo unos días después el país aussie acogerá la Presidents.