¿Quién no recuerda a Paul Dunne, ese joven golfista amateur irlandés que puso patas arriba el The Open de este año por ponerse líder a falta de 18 hoyos? (Leer Más) A punto estuvo de liar una buena en el Old Course de St. Andrews, porque si llega a conseguir la victoria podría haber levantado el trofeo, pero no así los 1,8 millones de dólares del premio.
Y es que las normas del santuario del golf eran bastante claras respecto a ese tema: “Un golfista amateur puede aceptar un premio simbólico de cualquier valor –una copa, una medalla, una placa-, pero nunca dinero”.
Aunque finalmente los nervios le alejaron de la victoria en el último día, su nombre quedó grabado a fuego en la memoria de muchos aficionados. Y ahora habrá que estar atentos a sus andanzas, porque desde hace unos días se ha convertido en profesional. Es más, esta semana ha hecho su debut en el European Tour.
Casualidades del destino, en el Dunhill Links Championship, un torneo que cuenta con el Old Course de St. Andrews como una de las tres sedes. Y no podía haber arrancado de mejor manera.
El jugador de 22 años, hizo un ace en su sexto hoyo como profesional. Sólo nueve jugadores antes que él habían conseguido hacer un hoyo en uno en este torneo. Él fue el décimo. Estaba radiante, como después de la tercera ronda del The Open. El británico siguió jugando hasta completar sus 18 y alcanzar el ocho bajo par para empatar en el liderato junto al sueco Kristoffer Broberg. Y todo esto en su primera ronda como profesional. De locos.
Y es que parece que la cuna del golf le va como anillo al dedo a este chico.