No gana para sustos el PGA Tour que, desde que hizo oficial la vuelta de la competición de cara a la segunda semana de junio, no para de enfrentarse a continuos contratiempos que le hacen coger la tabla y surfear el oleaje como buenamente pueden. En esta ocasión les va a tocar trabajar a contrarreloj para solucionar el entuerto que se ha conocido hace sólo unas horas, ya que el John Deere Classic -que debía disputarse del 9 al 12 de julio– ha dado a conocer que se cae del calendario a escasamente un mes de disputarse.
La noticia, publicada por GolfDigest y confirmada al medio norteamericano por el propio director del torneo, ha provocado que el PGA Tour active todas las señales de emergencia y empiece a valorar opciones para improvisar un campeonato para colocar en el lugar del evento que debería de haberse disputado en el TPC Deere Run. Las sedes que más opciones tienen a esta hora de ocupar el lugar de este evento son Ponte Vedra Beach y Columbus (Ohio), los sitios donde se jugarán los torneos de la gira la semana anterior y la posterior, respectivamente.
“Cada evento, cada patrocinador e incluso cada lugar se encuentran en una situación completamente diferente”, comentó Clair Peterson, director del John Deere Classic a GolfDigest. “El hecho de que un determinado área pueda organizar un torneo no significa necesariamente que sea fácil llevarlo a cabo. En Illinois tenemos una serie de restricciones muy serias que nos impiden organizar un evento de esa magnitud. Para hacerlo bien deberíamos de estar en fase 5 y en estos momentos nos encontramos en la 3”, sentenció.
Una noticia que se agrava después de conocer que éste era el primer campeonato programado por la gira para que pudieran asistir aficionados y que hace sobrevolar el fantasma de los problemas financieros por los que está atravesando la compañía fabricante de material agrícola, que el mes pasado despidió a 260 trabajadores de su fábrica en Dubuque y que tiene previsto dejar en el paro a 159 más a partir del 1 de junio.