Si el 7 de julio de 2019 el mundo del Golf celebraba durante el 3M Open el bautismo de victorias en el PGA Tour de Matthew Wolff (64 golpes, -19), este día 5 del mismo mes podría ser la segunda fecha en la que el prometedor jugador estadounidense se llevara un título a casa. De conseguirse será al término de los últimos 18 hoyos del Rocket Mortgage, un evento que ya nos acostumbró el pasado curso a resultados bajos y que parece que esta temporada va a seguir por los mismos derroteros.
Y es que en esta jornada del movimiento fuimos testigos de rondas verdaderamente bajas que han posibilitado que, por ejemplo, Wolff vaya a ser el último en saltar al Detroit GC el domingo. El deportista de 21 años, que al término del primer día bordeaba las posiciones del corte provisional, vivió el sábado uno de los momentos más dulces de su corta carrera en el mundo profesional después de haber entregado una cartulina con 64 impactos con un acierto brutal en las posiciones más cercanas a la bandera.
Para que se hagan una idea del feeling del norteamericano con el complejo, en los nueve primeros hoyos ya acumulaba la friolera de seis birdies por dos bogeys –sólo el par 4 del hoyo 6 se salvó de anotarse una puntuación distinta a la del par-, algo que continuó tras hacer el cruce después de un eagle, tres birdies y solitario error. En total, un ocho bajo par en el marcador durante el día que le permite en estos momentos mantener un cómodo colchón de tres golpes con respecto a Ryan Armour (67 golpes, -16) y Bryson DeChambeau (67 golpes, -16), que se antojan los rivales director del joven golfista para hacerse con el trofeo.
Todo ello en un Top 10 en el que se han colado hasta tres deportistas europeos. Se trata del irlandés Seamus Power (69 golpes, -14), del noruego Viktor Hovland (67 golpes, -13) y del inglés Matt Wallace (68 golpes, -13), que se quedan en un radio de acción de cinco-seis golpes y pelearán con todas sus fuerzas por volver a llevar el nombre de Europa a lo más alto del Golf mundial.