Aunque no lo parezca, la vida sigue una semana más en el PGA Tour. Y es que la emoción por los Juegos Olímpicos en Rio ha arrinconado al John Deere hasta el punto de que ni la climatología le ha permitido coger protagonismo hasta que no finalizó por completo la primera ronda en Marapendi. Y este hecho ha provocado que las rondas del turno de tarde se hayan retrasado hasta en tres horas y media del horario que se había establecido en un principio, una demora por el mal tiempo que ha perjudicado a Jon Rahm (+1), quien no ha podido completar su vuelta.
El golfista español salía en el turno de tarde junto a Abraham Ancer y a Sam Saunders, y ha sido testigo de lo difícil que es enfrentarse a un campo después de una manta de agua como la que ha caído sobre la hierba del TPC Deere Run de Silvis (Illinois). Principalmente porque la bola se comporta de un modo al que no se está acostumbrado: apenas hace metros desde las salidas, la velocidad en el green varía mucho respecto a lo trabajado y, lo peor de todo, si no se está fino con los golpes a bandera el problema está prácticamente garantizado.
Así le ocurrió al euskaldun en el par 4 del hoyo 15 –sexto del día para el vizcaíno-, en el que el segundo disparo de Rahm acabó encontrando el rough y el hoyo se fue complicando hasta hallar el bogey. Y lo cierto es que hubo poco tiempo para más. Solo 8 banderas pudo disputar el deportista de Barrika hasta que la organización decidió dar por finalizada la jornada por falta de luz. Esperemos que el viernes pueda tener más suerte en la reanudación.
Quienes sí se marcharon contentos a Casa Club fueron los estadounidenses Andrew Loupe (-8, con cuatro hoyos todavía por jugar), Patrick Rodgers (-6), Ryan Moore (-6), Zach Johnson (-6) y Tom Gillis (-6, con dos por jugar), que se encuentran encabezando la tabla con un sólido colchón respecto al grupo de perseguidores.