Parecía que era algo asumido por todos que los espectadores debían quedarse fuera de la ecuación en el retorno del Golf competitivo a los Estados Unidos, pero todavía hay quienes quieren hacer un último esfuerzo para poder contar con esta gran fuente de ingresos que se genera tanto en venta de entradas como de consumiciones en el propio complejo. Se trata del Memorial Tournament, el evento fundado por Jack Nicklaus, cuyos organizadores han presentado una solución a la problemática de no poder cumplir dentro del campo las medidas en cuanto a distanciamiento social.
Se trata de incorporar a las insignias con los que se obsequia a los visitantes de los torneos unos chips identificativos para rastrear cualquier actividad que se produzca dentro del recorrido y, en este sentido, tomar medidas cuando se monitorice que hay áreas con un elevado número de espectadores. “En cualquier momento podremos saber cuántas personas hay dentro de un área determinada del campo de Golf”, afirmó en un comunicado el director del torneo, Dan Sullivan.
“Utilizaremos esta tecnología para asegurarnos de proteger a todos los que nos rodean y a los que se encuentran dentro de estos lugares. Asimismo, certificaremos que estamos monitorizando a las personas de forma efectiva y llevando a cabo un torneo en el que pueden sentirse seguros”, finalizó el directivo, consciente de que esta medida choca frontalmente con la opinión de aquellos que confirman que esto es un paso muy grande en la intromisión en la vida privada de los espectadores.
El evento, que tendrá lugar a mediados de julio, todavía no ha recibido la respuesta afirmativa del PGA Tour en relación con estas pautas, pero a buen seguro que al menos genera la duda en el mejor circuito del mundo acerca de cómo afrontar esta ausencia continuada de fans.