Hace dos décadas la rutina diaria de Tiger Woods consistía en correr 8 millas (casi 13 kilómetros), 3 horas tirando bolas, juego corto y al menos una hora en el campo, entre otras cosas. El ex número 1 del mundo admitiría más tarde que su obsesión por correr «arruinó» sus rodillas.
Ahora, y 14 meses después de su accidente, hemos visto a un Tiger con un nuevo físico más atlético (con su nuevo estado pasa más tiempo en el gimnasio que tirando bolas) lo que le ayudaría a hacer frente a una mitad inferior más pasiva con su swing. Un swing que hemos podido ver durante cuatro días en el Masters y que le mostramos a través de estas imágenes a cámara lenta:
Primer tiro de la tercera ronda de Tiger Woods. #elMasters #themasters pic.twitter.com/48gz3PBWJP
— The Masters (@TheMasters) April 9, 2022