Si para algo le ha servido a la opinión pública conocer de qué iba el Proyecto Wedge -además de para saber de primera mano que el LIV buscaba rodearse para su junta directiva de una pléyade de estrellas en las que figuraban nombres tan potentes como los de Michael Jordan o la ex Secretaria de Estado de los Estados Unidos Condoleezza Rice– es para conocer a personas que se adentraron en la gira saudí con el objetivo de poner algo de cordura entre las numerosas fricciones que estaba previsto que saltaran con los circuitos tradicionales.
Uno de ellos ha sido Atul Khosla, quien hace un año renunció a su trabajo en los Tampa Bay Buccaneers de la NFL para enrolarse en las filas del LIV. Doce meses en los que ha dado la razón a todos aquellos que apostaban por él como el hombre de “paz” después de describir el modelo de negocio e intentar contrarrestar la noción de la que la gira está blanqueando a Arabia Saudí a base de una inversión económica muy potente en todos los frentes.
“En estos momentos somos como cualquier otra startup que sale al mercado. ¿Tenemos costos iniciales para hacer despegar el producto? Sí. Y no es diferente a la tasa de consumo que pueda tener un Uber o cualquier otra tecnología emergente para hacer despegar el producto”, llegó a comentar Khosla en una entrevista a GolfDigest. “Somos afortunados de tener detrás una institución que tiene la paciencia para poder pasar por todo esto metódicamente y de la manera correcta”, sentenció por aquel entonces.
Pues bien, según hemos podido conocer a través de una noticia publicada en el New York Times, Khosla ha decidido renunciar a su puesto de director de operaciones. Un mazazo que veremos cómo afecta a los siguientes movimientos del circuito.
With Atul Khosla moving on from his role as COO of #LIVGolf, feels like it would be the perfect time to bring in a veteran in the golf industry, like Mark King.
— LIV Golf Updates (@LIVGolfUpdates) December 16, 2022