Tomen aire, siéntense y aprovechen el domingo por la tarde para vivir una de las últimas rondas más emocionantes que se recuerdan en un Open. Hasta 19 jugadores partirán el domingo a solo cinco golpes de distancia de una terna que conforman los estadounidenses Kevin Kisner (68 golpes, -9), Xander Schauffele (67 golpes, -9) y un Jordan Spieth (65 golpes, -9) que ya ha demostrado en esta jornada del movimiento que va a hacer todo lo posible para retener la Jarra de Clarete que tanto esfuerzo le costó conseguir en Royal Birkdale.
Ahora bien, si que tres jugadores compartan liderato a falta de 18 hoyos para la finalización del torneo les parece poco, ¿qué pasaría si les dijésemos que uno de ellos es Tiger Woods (66 golpes, -5)? ¿Sorprendidos? Pues asustados es como estarán el resto de jugadore cuando en solo unas horas lo vean aparecer con su indumentaria de las grandes ocasiones. Pantalón negro y camisa roja con los que intentará que el fator psicológico surta efecto para tratar de recuperar los cuatro golpes que lleva de desventaja.
C.-Bello (+7): “La tiré fuera de límites en el 6 y ahí acabó todo. Los últimos 9 fueron una sangría”
El californiano, de hecho, cuajó una ronda cuasi perfecta en esta tercera manga, convirtiendo seis birdies por solo un bogey con los que incluso llegó a compartir el liderato del evento durante varios minutos. Números que solo pudieron ser superados en el Top 5 por un Francesco Molinari (65 golpes, -6) que se encuentra en un estado de forma increíble y por el mencionado Jordan Spieth, capaz de iniciar la ronda con un driver colosal para convertir un putt corto de eagle y continuar con cuatro birdies más sin fallos con lo que se situa entre los grandes favoritos al triunfo final.
Francesco Molinari podría ser el primer italiano en ganar The Open. “Hoy era el día para ser agresivo”
Por lo que respecta a Rafa Cabrera-Bello (76 golpes, +7), único integrante de a Armada que ha conseguido acceder al fin de semana, mala jornada en líneas generales. Y es que a pesar de que inició su actuación con dos birdies en los cuatro primeros hoyos, el triplebogey del 6 después de enviar la bola fuera de límites le acabó costando un disgusto más que evidente. Y es que a partir de aquí el isleño no levantó cabeza, cometiendo en sus últimas nueve banderas cinco bogeys sin aciertos para irse hasta el fondo de la clasificación.