The show must go on! Nunca una frase había ejemplificado tan a la perfección lo ocurrido el pasado viernes durante las horas previas a la segunda jornada del PGA Championship. Y es que el segundo Major del curso le supo sacar rédito a una matinal llena de accidentes que acabó desembocando en la detención de Scottie Scheffler, acusado de cuatro cargos -entre ellos el de agresión a un agente de la autoridad- por los que tendrá que personarse en el juzgado el próximo 3 de junio. Sobre todo a efectos de audiencias televisivas.
Y es que, según hemos podido conocer a través de un informe hecho público por la CBS, el seguimiento por televisión de la segunda manga vivida sobre la hierba del Valhalla Golf Club de Kentucky tuvo un aumento del dieciocho por ciento de espectadores respecto a la misma manga del año 2023. En total, un promedio de 1,6 millones de personas siguió de cerca las evoluciones de un día que comenzó con la viral noticia de la detención del número uno mundial, acusado de desobediencia a la autoridad y de atropellar y arrastrar durante varios metros a un oficial de policía en las inmediaciones del complejo.
Un oasis en una temporada que continúa a la baja en términos de seguimiento del PGA Tour por televisión. De hecho, los ratings del Masters de Augusta ya cayeron un veinte por ciento respecto a los datos reflejados doce meses antes con Jon Rahm enfundándose la Chaqueta Verde. Una encrucijada más de lo que está sucediendo en este deporte en los últimos tiempos, donde cada vez parece más complicado que podamos asistir a un campeonato con todos los mejores del planeta, tal y como sucedía antaño.
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