Todos los jugadores coinciden en lo mismo, la grandeza del PGA de Catalunya recorrido que alberga el Open de España entre el 15 y el 18 de mayo. El primero fue Sergio García (69) que se asombraba de que nadie hiciera un 66 o 67 en el comienzo del torneo, cuando normalmente se hacen los grandes resultados «eso refleja la dificultad del campo, que es uno de los más estrechos de todo el año y si estás fuera te penaliza bastante.»
Jiménez (69) sabe que tiene que ir derecho en este campo que tan bien se defiende, «hay que darle derecho, si vas por el rough, es difícil encontrar los golpes, además estás siempre por debajo de los hoyos. Se defiende como gato panza arriba, no hay mas que ver los resultados”.
Rafa Cabrera (69) piensa que se harán rondas bajas a pesar de todo: «El campo es muy competitivo, el rough está alto sin ser monstruoso, cuesta hacer birdies, pero creo que algún jugador será capaz de hacer 6 ó 7 bajo porque los greenes están muy bien, no particularmente duros, y si tienes el día bueno con el putt, puedes hacer pocas. Es un campo justo, premia el buen juego y castiga el malo, me gusta mucho”.
El líder Eddie Pepperell (68) entendió pronto el porqué no se hicieron rondas bajas. «Me sorprendió ver que el liderato estaba -3 por la mañana porque me imaginaba que llegaría al menos a 5 ó 6 bajo; pero tan pronto como llegué al tee del 10 y comenzó a soplar algo el viento, lo comprendí.»
Peter Uihlein (69), ganador en China la pasada temporada decía: «Es un campo difícil. Jugué aquí la Escuela de Clasificación hace un par de años pero entonces llovía y hacía viento. Hoy está firme y rápido, sin viento, aun así es agradable jugar en un campo que ya conoces.»
El local Jordi Gª Pinto (70) ya lo conoce bien. «El campo es exigente, tal y como está el rough alrededor de los greenes, se complica mucho. Sí creo que es un campo que puede albergar una Ryder, el hecho de que el liderato del primer esté tan bajo indica que está preparado para cualquier competición.»