El PGA está reforzando notablemente la seguridad en el WGC-Dell Match Play, evento de las Series Mundiales que se celebra esta semana en Austin, tras la explosión de cuatro bombas en el transcurso de las dos últimas semanas en esta ciudad por las que resultaron muertas dos personas y al menos otras cuatro heridas en lo que se cree obra de un «atacante en serie» según la policía de Austin.
Es por ello por lo que el PGA ha decidido reforzar la seguridad y emitir un comunicado en el que dice que está trabajando conjuntamente con el FBI y la Policía Local, tras estos atentados en cadena no resueltos. «Si bien es norma no comentar las medidas de seguridad, la protección y seguridad de nuestros jugadores y aficionados es, y siempre será, nuestra máxima prioridad. Nuestros asesores de seguridad en el Tour trabajan en estrecha colaboración con las agencias de aplicación de las leyes federales, estatales y locales para evaluar la situación e implementar los procedimientos que sean necesarios«, rezaba el comunicado del Circuito estadounidense.
Y acababa, «Animamos a todos los espectadores a repasar la política de pertenencias y objetos personales en el PGA Tour y la lista de artículos prohibidos, disponible en www.dellmatchplay.com, antes de llegar al torneo«.
El último de estos atentados se produjo el pasado domingo cuando un artefacto activado por cable estalló en una zona residencial al paso de dos personas. Ante el creciente pánico producido entre los vecinos de Austin, el alcalde de la ciudad Steve Adler declaró a la cadena televisiva ABC, «Hay un ejército de agentes federales. Tenemos recursos del Estado. Vamos a encontrar quién es responsable de esto y lo vamos a frenar«.
Recordemos que en esta competición toman parte 64 de los 69 mejores jugadores del mundo entre los que se encuentran los españoles Jon Rahm, Sergio García y Rafa Cabrera-Bello.