A algunos les puede parecer precipitado, pero lo cierto es que mientras que en el European Tour Keith Pelley habló hace unas horas de septiembre como el mes en el que podría volver la actividad al mejor circuito de la Europa Continental, fuentes muy próximas al PGA Tour ya han comentado en algunos círculos que la competición podría reanudarse en el mes de junio. Ha sido Golf Digest USA quien ha soltado la primicia después de que, como ya pasara días antes de la cancelación del Open británico, algunos integrantes de la gira se acercaran de forma anónima para proporcionar al medio la exclusiva.
La vuelta de la mejor gira del mundo sería, como imaginarán, sin público a partir del 11 de junio y serviría para viajar hasta el Colonial Country Club para ser testigos de la disputa del Charles Schwab Challenge, que se retrasaría tres semanas para coincidir con la fecha que dejará libre próximamente el RBC Canadian Open. Según estas fuentes, atendiendo a las pautas de salud y seguridad establecidas en todo el país, éste no sería el único evento que se jugara sin presencia de público.
Después de este evento, si todo hubiese sido conforme se programó a comienzos de año, hubiese sido el turno el US Open. Sin embargo, después del traslado del Major al mes de septiembre, su hueco lo ocupará con toda seguridad el RBC Heritage -aunque sigue habiendo conversaciones y esto último podría variar-. A partir de aquí, y siempre según estas fuentes, el calendario contaría con las siguientes citas: Travelers Championship (25-28 junio), Rocket Mortgage (2-5 julio), John Deere (9-12 julio), Memorial Tournament (16-19 julio), 3M Open (23-26 julio), WGC-FedEx St. Jude Invitational (30 julio-2 agosto), misma fecha que el Barracuda.
“Si la forma más segura y/o la única forma de mantener la PGA es hacerlo sin aficionados, estamos completamente preparados para llevarlo a cabo”, afirmó hace unas horas el CEO del PGA de América Seth Waugh. Toda una declaración de intenciones que podría extenderse al circuito americano de cara a los próximos meses.