Es la noticia del momento. No hay espectáculo -ya sea deportivo o no- a nivel mundial que no haya sufrido en sus carnes el incesante aumento de los casos de coronavirus -a la vista están las medidas que ha aplicado el Ejecutivo español en relación a que los encuentros deportivos se disputen a puerta cerrada o el aplazamiento de las Fallas de Valencia-. Sin embargo, a pesar de todos estos continuos cambios de calendario en las federaciones de todos los deportes, el PGA Tour se muestra implacable: de momento, todo sigue igual.
Podría tratarse de una temeridad -más aún cuando eventos de la talla del Indian Wells en tenis o la propia NBA se han suspendido-, pero el comisionado Jay Monahan lo tenía bien claro desde que tomó la palabra hace unas horas en la rueda de prensa previa del Players. “El WGC-Dell Technologies Match Play programado desde el 25 al 29 de marzo en el Austin Country Club de Texas continuará según lo previsto. Tenemos el total apoyo para llevarlo a la práctica y lo vamos a hacer”, confesó el directivo estadounidense ante las preguntas de los periodistas.
A colación de esto, Monahan también entró a valorar los diferentes rumores que han entrado en escena los últimos días y que hablaban de la posibilidad de que el PGA Championship, que debería disputarse en el TPC Harding Park de San Francisco, lo terminara haciendo en el TPC Sawgrass. Y todo parece indicar que se quedarán en eso, en rumores. “Esas noticias son inexactas, porque a día de hoy planeamos celebrar el torneo en la sede designada desde un principio. Ahora bien, cuando te encuentras en estas circunstancias tan extraordinarias tienes que ponerse a disposición de tus socios y trabajar estrechamente para tratar de darle solución a estos problemas”, confesó.
Y eso dejó abierta la posibilidad de que se produzca un cambio de sede en función de la evolución de los acontecimientos: “Les prometo que en todos nuestros torneos, semana tras semana, escuchamos y actuamos en función de la información real de la que disponemos sobre el terreno. Mantener la seguridad y el bienestar de todos los implicados en un campeonato es nuestra máxima prioridad y seguiremos al pie de la letra las instrucciones que nos hagan llegar”, sentenció. Unas palabras que dejan todo en el aire en una situación anómala que lleva a cambiar los planes en cualquier momento.