No ha podido variar un ápice la impresión general que dieron en este comienzo de PlayOff de FedEx Cup tanto Rafa Cabrera-Bello (71 golpes, -4) como Jon Rahm (73 golpes, +6) y finalmente el vizcaíno no pudo evitar una eliminación a la que se vio abocado el jueves tras unos primeros 18 hoyos para olvidar. El actual número 5 del mundo -al menos hasta el lunes- volvió a vivir un día aciago alrededor de bandera que le obligó a hacer las maletas antes de tiempo y dejar solo a un canario que sigue creciendo ante las dificultades.
Porque más factores no podía haber tenido en contra Rafa este viernes con las dificultades de dejarse oportunidades claras de restarle impactos al campo y el bogey del 9, su primera bandera del día. Y aun así se rehízo, dio un golpe encima de la mesa y demostró que va a luchar por la última plaza que da lugar a la Ryder Cup hasta la última gota de sudor. Por eso, aunque solo tuvo dos aciertos en toda la ronda, arañó del Ridgewood cada par sabiendo que un golpe más o un golpe menos podría ser la diferencia entre estar o no en París.
Gracias a esta filosofía consiguió terminar con dos aciertos y dos errores para amortiguar la caída e instalarse finalmente en el T24, a seis impactos de los estadounidenses Jamie Lovemark (66 golpes, -10) y Brooks Koepka (65 golpes, -10), quienes compartirán el último encuentro de la jornada del movimiento después de lograr dos de las mejores cartulinas de la jornada -especialmente el vigente ganador del US Open y el PGA, que concluyó su participación con un eagle y cuatro birdies en las siete últimas banderas-.
Impresiones completamente contrarias a las demostradas por Rahm, al que por segundo día consecutivo le costó Dios y ayuda convertir las oportunidades de birdie de las que dispuso y acabó con una tarjeta con un doblebogey, dos bogeys y dos birdies para finalizar con seis sobre par e irse hasta el fondo de la clasificación.