Muchos pusieron -o, al menos, eso pretendieron– el punto final a la etapa del golfista inglés en el equipo europeo de la Ryder Cup en 2016, cuando Estados Unidos se impuso al combinado capitaneado por aquel entonces por Darren Clarke por un contundente 17-11. Westwood había sido una de las tres invitaciones del norirlandés, al igual que Paul McGinley había hecho dos años antes en Gleneagles. Sin embargo, el escaso bagaje del británico con cero puntos conseguidos en tres encuentros se antojaba una rémora para que volviera a enfundarse los colores del viejo continente como jugador. Pero nos equivocábamos.
El resurgir de Westwood en este deporte le ha traído muchas alegrías en los últimos tiempos -no hay más que ver su vuelta al PGA Tour– y su clasificación por méritos propios para disputar la Ryder del próximo mes de septiembre en Whistling Straits sería la guinda de este pastel para una de las grandes leyendas europeas en esta competición -no en vano, disputó hasta diez de manera consecutiva desde 1997 a 2016 y se encuentra a sólo dos partidos de igualar a Nick Faldo como el jugador con más encuentros en el bando europeo con 46-.
Y todo ha venido propiciado por el brillante subcampeonato conseguido por el de PING esta pasada semana en The PLAYERS, un torneo que repartía muchos puntos como consecuencia del increíble roster que presentaba sobre Sawgrass. Un segundo lugar que le ha permitido escalar unos cuantos puestos para ser, momentáneamente, el primero de los cinco jugadores que se clasificarán por la vía de los puntos mundiales. Junto a él se encuentran Paul Casey, Viktor Hovland, Matt Fitzpatrick y Victor Perez, mientras que en cuanto a los puntos europeos tenemos a Tyrrell Hatton, Tommy Fleetwood, Jon Rahm y Rory McIlroy.
Una tabla que, aunque no es definitiva -cabe recordar que en la actualidad los puntos se están multiplicando por 1,5 hasta el British Masters y se doblarán desde esa misma semana hasta el BMW PGA Championship de Wentworth-, sí que nos puede dar una buena idea de por dónde pueden ir los tiros del combinado europeo y hasta qué bazas podría utilizar Padraig Harrington para las invitaciones.