Lo que cambia la vida en apenas un año. Si hacemos memoria de lo que ocurría hace justo doce meses nos encontramos con que estábamos ilusionados por la vuelta de Tiger a la competición en el Hero World Challenge después de más de año y medio de inactividad. Por aquel entonces eran muchos los que dudaban de él. Que si estaba mayor, que si no podría volver a jugar como lo había hecho, que si era mejor una retirada a tiempo… Poco a poco, el californiano ha ido despejando estas incógnitas con una facilidad asombrosa, pasando de ser el 1199 del mundo al decimotercero.
¿Cómo lo logró? Haciendo lo que mejor saber hacer: jugar al Golf. Todo empezó con un noveno puesto en el Hero World Challenge y continuó con una racha que le llevó a lograr siete Top 10 en sus 18 torneos disputados en este 2018 o, lo que es lo mismo, a más de un Top 10 cada tres torneos. Un balance que se hace todavía más grande si cabe si le añadimos el Top 6 en el Open, el subcampeonato en el PGA Championship o la victoria en el Tour Championship, último evento de la temporada en el PGA Tour.
Pero todavía no ha dicho su última palabra en este año natural. Y es que en el caso de lograr una victoria este fin de semana en el Albany de New Providence (Bahamas), evento en el que participan 18 jugadores, el ex número 1 del mundo podría volver al Top 10 mundial, algo que no ocurría desde la primera semana de agosto de 2014. Concretamente sería al sexto escalón, un puesto por el que también peleará el español Jon Rahm. Y, de hecho, si algo tiene a favor son los números. Woods ha ganado este evento cinco veces, siendo el 2011 el último año en que salió campeón. Ahora falta por ver cómo le ha sentado el merecido descanso post Ryder.