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Rory McIlroy podría conseguir su tercer título consecutivo en la FedEx Cup
A una semana del esprint en la Ryder Cup, el final en The Tour Championship se ha convertido en un ensayo con una diferencia pecuniaria (10 millones de dólares en bonus) pero con muchos de sus protagonistas: el inglés Justin Rose y el estadounidense Brandt Snedeker -dos hombres Ryder- lideran el final de la FedEx Cup; Ryan Moore se ha colado en la tercera plaza; Rory McIlroy, Bubba Watson y Jim Furyk -todos Ryder- comparten la cuarta posición y un peldaño más abajo figuran Tiger Woods y Matt Kuchar, dos pupilos más de Davis Love III.
Cambiará el escenario y los emolumentos, pero los protagonistas de este final de campaña en el circuito estadounidense en el East Lake de Atlanta confieren un aroma de Ryder Cup, que es un sinónimo de emoción a raudales.
Solo dos europeos (Rose y McIlroy) se ha infiltrado entre los diez primeros de la pizarra, que son todos norteamericanos. La ventaja para estos dos británicos es que el inglés es el líder con 8 abajo, y que McIlroy, de seguir en esta posición, no se llevaría la bolsa más codiciada del golf mundial.
El héroe de la jornada fue Snedeker (ahora hipotético líder de la FedEx Cup), con una tarjeta formidable e inigualable de 64 golpes (-6) ante las duras condiciones del recorrido por su longitud y viento cambiante. La ‘machada’ de Snedeker, que confirma el porqué de su presencia la semana próxima en Medinah, le convierte en el máximo aspirante junto a Rose (hoy 68 golpes).
Furyk, que amaneció líder, se acostó preocupado por su colapso monumental en el hoyo 17: bola al agua, bola a un techo de una carpa, bunker y triple ‘bogey’.
Tiger estuvo bien (3 abajo) y McIlroy sigue con una pasmosa regularidad (69+68+68). El norirlandés ha medido bien los tiempos. Quizá el domingo decisivo toque a rebato para sumar su tercer título consecutivo en la FedEx Cup.
Sergio García firmó 71 golpes y no cuenta para la gran batalla del domingo. Él y Lee Westwood deberán esperar a la semaa próxima en Medinah para, a las órdenes de Olazábal, sacar todo su golf a ‘match play’.
