«El campo es pura superviviencia. Es un gran test», proclama Tiger Woods, el organizador del AT&T en el Congressional, el campo que alumbró el primer título de Grand Slam para el norirlandés Rory McIlroy.
Woods firmó 72 golpes (+1), con dos ‘birdies’ y tres ‘bogeys’, y figura en el puesto trigésimo lejos del primer líder, el también estadounidense Vo Van Pelt, de 37 años.
Van Pelt presentó unas cifras elocuentes de la dureza del campo: 67 golpes (-4), 9 calles y 11 ‘greens’ atrapados, y 24 ‘putts’. El estadounidense fue decimocuarto en el US Open que se jugó en este mismo campo, el Congressional, el año pasado (con sus tres últimas rondas al par o mejor), y en esta ocasión comenzó a toda máquina su andadura hacia el título del torneo que auspicia Tiger Woods y su Fundación.
El líder empezó con ‘eagle’ e hizo dos ‘birdies’ más libre de ‘bogeys’, pero lo suyo fue una excepción. El recorrido arroja después de 18 hoyos una media entre los 120 participantes de 2 golpes y medio sobre el par (en el US Open del año pasado solo hubo medio punto más para el comienzo). Solo 22 jugadores ganaron al campo, que presenta un ‘rough’ muy alto.
El fiyiano Viajy Singh (49 años), el zimabuo Brendon de Jonge y el estadounidense Jimmy Walker empatan en la segunda plaza, con 68 golpes.