Cuando hay un problema en cualquier ámbito está muy bien el hecho de conocerlo, pero si no se aplican medidas para solucionarlo de nada sirve el primer elemento de la ecuación. Esto mismo es lo que ha pensado el European Tour en relación con el juego lento pues, además de poner los puntos sobre las íes en lo referido a dónde se encontraba el fallo, está aplicando las medidas pertinentes para tratar de atajarlo. Y de momento se va cumpliendo la hoja de ruta que se propusieron en agosto, cuando dieron a conocer las soluciones con las que intentar acabar con esta práctica.
No se va a andar con medias tintas el grupo de trabajo de Keith Pelley si tiene que imponer tal o cuál sanción en un torneo de su gira y la más clara muestra la han demostrado hace unas horas cuando ha anunciado un sistema que puede acabar con el Golf tal y como lo conocemos hoy en día: un chivato con el que controlar a cada grupo que saldrá al campo a partir de este próximo jueves en el BMW PGA Championship de Wentworth.
Pero no se confundan, que no se trata de una persona, sino de un dispositivo electrónico que estará adherido a una de las bolsas para tener constancia en todo momento de si se está perdiendo tiempo con respecto al grupo de delante. En palabras de la propia organización “estos sistemas proporcionarán a los árbitros los tiempos para cada grupo a través de cada hoyo y así asegurarse de que no existan huecos entre grupos”. Una herramienta que también permitirá a los jugadores tener constancia de cómo se encuentran gracias a una pantalla electrónica en los hoyos 4, 7, 10, 13 y 16.
Una idea que llega en la fase de “innovación” de ese documento distribuido a los medios de comunicación el pasado mes y que se complementa a las mil maravillas con las dos primeras medidas adoptadas relacionadas con las nuevas penalizaciones por slow play -que incluyen un golpe de castigo por cada dos avisos de juego lento- y con el tiempo asignado para que los jugadores ejecuten el golpe una vez se encuentran en posición -reduciéndose en un quince por ciento el tiempo por cada impacto partiendo desde 85 segundos-. Toda una declaración de intenciones que veremos si hace reflexionar al otro lado del charco.