Manolo Beamonte dedicó gran parte de su vida, nada menos que 30 años, a hacer grande a la Federación de Golf de Madrid desde su puesto de Secretario General, así como capitán de numerosos equipos por los que pasaron madrileños de la talla de Gonzalo Fernández-Castaño, Carlos de Corral o Pedro Oriol. Bajo su capitanía también compitieron y se formaron jugadores como José Mari Olazábal, Sergio García, Rafa Cabrera-Bello, Álvaro Quirós o José Manuel Lara.
Ignacio Guerras, presidente de la Federación de Golf de Madrid: “Manolo Beamonte fue el creador y el padre de la FGM, involucrado al 100% en hacer crecer nuestro deporte. Era un ser excepcional que se hacía querer. Si alguien luchó por tener un gran circuito de profesionales en Madrid, fue precisamente él, que hizo lo posible para que los profesionales madrileños y, sobre todo los profesores de golf, pudieran competir cada semana en lo que ahora es el circuito más importante a nivel territorial. Personalmente siempre le estaré agradecido, le tenía mucho cariño y respeto, y todo lo que sé de golf se lo debo a él”.
Este circuito concluirá su 17ª edición la próxima semana en Golf Santander, a cuya final acudirán los 40 primeros clasificados del ranking que empezó en febrero con la primera prueba. La final se jugará los días 29 y 30 en el emblemático campo de Boadilla del Monte, donde se decidirá el ganador del Trofeo Manolo Beamonte (final) y el número uno del circuito, cuya clasificación lidera Antonio Hortal.
Será el homenaje perfecto para alguien que hizo tanto por el golf madrileño y por sus profesionales, como precisamente recordaban hace unos días algunos de sus pupilos:
Gonzalo Fernández-Castaño: “Le admiraba y quería muchísimo, y él a mí. Tuve la suerte de compartir con él muchísimos viajes y torneos, desde la primera vez que entré en los equipos de Madrid hasta que me hice profesional. Manolo era todo un señor, allá donde iba le querían mucho, le admiraban. Todos los demás capitanes nacionales y europeos le respetaban como al que más, hablaba idiomas y se comportaba como un señor de los pies a la cabeza. Para nosotros no era solo un capitán, era un segundo padre”.
Carlos de Corral, director deportivo de la Federación de Golf de Madrid: “Fue una persona realmente importante en mi vida. Cuando Gonzalo y yo le conocimos él ya tenía muchísima experiencia, siempre se ocupó de nosotros, especialmente entre los 15 y 22 años, que son edades muy complicadas. Su actitud hacia nosotros no variaba tanto si jugábamos bien o lo hacíamos mal; además, era súper normal, nada ególatra, y eso se agradece. Lo mejor que puedo decir de él es que nos enseñó muchas cosas, pero no solo de golf sino más bien de la vida, de valores y modales. Nos educó de manera impresionante. Si tengo que nombrar a diez personas influyentes en mi vida, sin duda, él ha sido una de ellas”.
Pedro Oriol: “Manolo significó mucho en mis inicios como amateur. Recuerdo una Biarritz Cup en 2002, jugué bien los primeros días y se interesó por mí, le gustaba mi juego y me quería fichar para los equipos de la FGM. Fue entonces cuando empecé a jugar más torneos importantes y volví a la Biarritz Cup, pero ya del brazo de Manolo, que era un auténtico Dios en esos torneos, donde todos así le consideraban. Era una persona magnífica, y aunque yo le cogí ya en sus últimos años, basta con hablar sobre él con jugadores como Gonzalo o Álvaro (Quirós) que estuvieron muchos años con él para comprobarlo”.
Yago y Álvaro Beamonte, ambos profesionales de golf, han mostrado su agradecimiento a la Federación de Madrid. “Quiero agradecer profundamente el detalle que han tenido con nuestro padre. Cuando regresé a Madrid en el 2000 después de vivir diez años en Marbella, mi padre se interesó por el Circuito Pro-Am PGA que habíamos desarrollado en Andalucía. Nos reunimos con Alfonso (Fernández de Córdoba) y les expliqué en qué consistía. Mi padre adaptó el contenido a la realidad madrileña y, con su ascendencia, su capacidad de negociación y de integración logró que nadie se quedara fuera. Hoy, el Circuito de Madrid de Profesionales es una realidad y la envidia de todas las Federaciones y PGAs Territoriales. Que este trofeo lleve su nombre es un recuerdo merecido a quien dedicó casi treinta años de su vida al golf español y madrileño. Gracias de nuevo a la FGM en nombre de nuestra madre y de toda la familia Beamonte”, declaró Álvaro al conocer la noticia.
“Me hace mucha ilusión que la FGM haya tenido este detalle con nuestro padre, que dio toda su vida profesional al golf de base como capitán de los equipos de Boys a la vez que se preocupó por los profesionales, pero no por los de alto nivel sino por los profesionales que trabajan día a día impartiendo clases y dando a conocer nuestro deporte. Sé que a él le habría hecho muchísima ilusión. Estamos muy agradecidos por este homenaje”, añadió Yago.
Fuente: FGM