No es que los jugadores necesiten muchos incentivos para aceptar disputar el US Open anualmente, pero a nadie le amarga un dulce. El segundo Major de la temporada, organizado temporada tras temporada por la USGA, será a partir de este verano el evento que más dinero reparta en el mundo del Golf. 12 millones de dólares en premios que superan a los 10,5 distribuidos por el Players Championship y por el PGA Championship y que dejan al evento estadounidense como el campeonato con más desembolso en esta materia en toda la historia de este deporte.
“Cuando nos fijamos en los torneos celebrados por la USGA, independientemente de dónde o cuándo se celebren, nos encontramos ante grandes eventos no solo a nivel nacional, sino también mundial”, comentó el sábado el director ejecutivo de la USGA, Mike Davis, antes de la reunión anual del organismo estadounidense en Washington DC. “Es por esto que creemos que la bolsa de premios debe reflejar esto”, sentenció. Dicho y hecho. Dos millones de dólares de subida que se van a notar en todas las posiciones finales de la tabla, en especial la del ganador.
Para que se hagan una idea. Si la victoria de Dustin Johnson en Oakmont el pasado año le dejó al jugador de Columbia en la cuenta un montante de 1,8 millones de dólares, quien consiga triunfar durante el próximo mes de junio en Erin Hills se llevará a casa la nada desmerecedora cifra de 2,16 millones, 316 mil dólares más. Esto supone una de las mayores subidas de premios de la historia de esta competición, que ha pasado en los últimos 14 años de poseer un botín de seis millones a duplicar esa cantidad.
Pero los hombres no son los únicos en beneficiarse de esta gran noticia para los jugadores. La USGA también ha manifestado que la bolsa de premios del US Woman’s Open que tendrá lugar en el Trump National Bedmister será de cinco millones, aumentando su presupuesto medio millón respecto al de 2016. “No es algo que desde la organización nos vean promocionar”, comentó el propio Davis, “pero sentimos que es importante llevarlo a cabo”.