Puede ser que la constancia tenga el merecido premio que se merece este domingo, cuando Nacho Elvira (67 golpes, -8) salga desde la décima plaza -una posición que no ha abandonado en ningún momento en estos tres días de competición- a comerse el mundo por los pies en el Crans-sur-Sierre GC suizo. Enfrente, una misión difícil pero no imposible: desbancar desde lo más alto del podio a un Matthew Fizpatrick (63 golpes, -14) que buscará romper un récord que se remonta desde finales de los 70: vencer dos años consecutivos en el evento helvético -el último en lograrlo fue Seve Ballesteros en 1977 y 1978-.
Para lograrlo el cántabro deberá remontar los seis golpes de desventaja con los que parte respecto al inglés o, lo que es lo mismo, doblar los esfuerzos realizados en esta jornada deL movimiento. Y es que el español ha finalizado el sábado con 67 impactos, tres golpes bajo el par del campo gracias a cinco birdies y dos bogeys logrados a base de mucho esfuerzo y sacrificio. Si le puede poner algún pero a su ronda, éste es el bogey en el par 3 del 16, la antepenúltima bandera, un hoyo que ya se le atragantó el viernes.
Por lo demás, Elvira se ha comportado a las mil maravillas y se queda a dos del podio del evento, por el que habrá tortas -hasta cinco golfistas comparten la tercera plaza-. Podio del que, por otra parte, se quedan bastante lejos Jorge Campillo (68 golpes, -3) y Pablo Larrazábal (68 golpes, -3), que han clavado los números para quedarse en el T24 y asomar la cabeza por si alguno de los de arriba desfalleciera en la ronda final. Pedro Oriol (71 golpes, -1), el cuarto y último jugador de la Armada que ha accedido al fin de semana, intentará ganar plazas desde el T44 después de que un doblebogey en su penúltimo hoyo echara por tierra el gran trabajo realizado.