Si hay algo en lo que deberíamos reparar en esta segunda jornada vivida en el Alfred Dunhill Championship –además de en la actuación de la Armada– es en la espectacular vuelta vivida por Tommy Fleetwood (63 golpes, -11) en Carnoustie. Y es que el golfista inglés pulverizó el registro del campo con nueve birdies sin errores para igualar en la primera plaza con su compatriota Tyrrell Hatton (65 golpes, -11), quien está defendiendo con uñas y dientes el título logrado el pasado año. De hecho, el británico también ha sido capaz de huir de los fallos y con siete birdies sobre la hierba de Carnoustie le arrebata el liderato a Colsaerts (67 golpes, -10) y a Dunne (68 golpes, -9).
En cuanto a la actuación española más luces que sombras en el ecuador de la competición -basta decir que en estos momentos tan solo tres jugadores de la rojigualda pasarían el corte-. Entre ellos destaca la figura de Nacho Elvira (68 golpes, -4), que se ha colado entre los 20 mejores jugadores del torneo con una gran vuelta en el Old Course de St. Andrews. El cántabro, pese a un comienzo dubitativo –cometió dos bogeys en sus tres primeros hoyos- pudo coger el toro por los cuernos para darle la vuelta a la situación y lograr un cuatro bajo par en el día que le sirve para mantener la distancia con la cabeza.
Un poco más atrás se encuentran Alejandro Cañizares (67 golpes, -2) y Álvaro Quirós (71 golpes, -2). El madrileño, que necesita por todos los medios una gran actuación para sumar los euros necesarios con los que aspirar a retener la tarjeta, cuajó un final de vuelta impresionante en Kingsbarns –cinco birdies en los nueve últimos hoyos lo avalan- que le permiten llegar con garantías a la ronda sabatina. Misma situación en la que se encuentra el andaluz, que calcó la tarjeta del jueves –dos birdies y un bogey- para soñar con superar el corte.
No pueden decir lo mismo Pablo Larrazábal (67 golpes, -1) –pese al vueltón en Kingsbarns-, Pep Anglés (72 golpes, Par), Jorge Campillo (71 golpes, Par), Eduardo de la Riva (71 golpes, +1), Adrián Otaegui (75 golpes, +4) y Carlos Pigem (78 golpes, +5), que necesitarán apelar a la proeza para estar el domingo sobre el campo.