Parecía que todo estaba resuelto con los tres golpes de ventaja que Francesco Molinari mantenía sobre Rory McIlroy a falta del último hoyo en Wentworth, pero no, todavía quedaba una puerta abierta al PlayOff con el segundo golpe del norirlandés en el green del 18 y la posibilidad de que el italiano se fuera al agua con el tercero y… casi llega a suceder con el backspin que Francesco le dio a la bola. Sin embargo el pequeño rough evitó que esto ocurriera y que el menor de los Molinari se embolsara el mayor cheque del Circuito Europeo en su carrera profesional. De esta forma ganaba el italiano en el BMW PGA Championship, una victoria resumida en solo 3′.