La pareja norteamericana se encaramó a la primera posición en la primera jornada del Franklin Templeton Shootout de Naples (Florida), un torneo que si se caracteriza por algo es, además de porque se juega en parejas, por el corto número de participantes -24- y por su duración –tan solo se disputa hasta el sábado-, por la variedad de modalidades que pueden verse en apenas tres días de competición.
Y es que si en esta ronda los golfistas tenían que vérselas con el scramble –cada jugador del equipo lanza una bola y el siguiente golpe se juega desde la posición más ventajosa de cara al hoyo-, mañana será el turno del denominado disparo alterno modificado. Esto es: cada jugador del equipo efectúa un golpe en cada hoyo y se selecciona una de las bolas. El jugador cuya pelota no haya sido seleccionada será el encargado del segundo disparo y así se irán intercalando hasta que se finalice el hoyo.
Para el sábado quedará la modalidad de mejor bola, en la que cada jugador del equipo juega el hoyo con su propia pelota y la puntuación del golfista que sea más baja en cada bandera será la puntuación del equipo para ese hoyo.
Pero no adelantemos acontecimientos. De momento, lo único que importa es que, como ya sucediera hace dos temporadas, Harris English y Matt Kuchar se encuentran encabezando la clasificación, esta vez con una puntuación de -14, acercándose al magnífico registro de 17 golpes por debajo del par protagonizado por Jason Day y Cameron Tringale a comienzos de la temporada pasada.
Por detrás de ellos se encuentran a tan solo un golpe las parejas formadas por Billy Horschel y Hunter Mahan y Graeme McDowell y Gary Woodland, que esperan al acecho para tratar de aprovechar el más mínimo descuido en este Tiburón Golf Course diseñado por Greg Norman, un complejo que peca de “sencillo” para los golfistas profesionales.