Llevábamos esperando desde el 20 de agosto de 2012 -cuando se alzó con el Wyndham Championship- para decir esto: Sergio García vuelve a imponerse en un torneo del PGA. Y no en un campeonato cualquiera, no. Se trata del AT&T Byron Nelson, un torneo que ya ganó en el año 2004 –cuando se impuso también en el Playoff a los norteamericanos Robert Damron y Dudley Hart-y en el que ha sabido sobreponerse a las adversidades para sumar su vigésimo noveno triunfo como profesional y empatar con Seve como el jugador español con más victorias al otro lado del charco.
El golfista de Borriol partía con una desventaja de tres golpes respecto a Koepka (-15), pero nunca se dio por vencido y siempre creyó en sus posibilidades. Y es que, aun habiendo lanzado dos bolas al agua en el 11 y el 14 y tener al líder a más distancia que nunca, el castellonense no dejó de creer. A fuerza de lucha consiguió empatarle el resultado antes de marcharse a Casa Club, y con grandes dotes de serenidad y calma le birló el título en el PlayOff de desempate.
Daba igual qué tuviera entre manos. Con el driver partía las calles por la mitad, con los hierros acercaba las bolas a la bandera y el putter hacía el resto del trabajo. Un -2 en el día labrado con seis birdies y cuatro bogeys que se antojó suficiente para quitarse de encima, uno por uno, a los rivales que tenía por delante. En especial al ídolo local Jordan Spieth (-10), que vivió una tarde aciaga sobre la hierba del TPC Four Sesons Resort y terminó su vuelta con +5 en el domingo y ni tan siquiera formar parte de una de las 15 primeras posiciones del evento.
Así pues, el jugador español se embolsa el suculento cheque de más de un millón trescientos mil dólares y da un gran salto en sus aspiraciones por formar parte de los PlayOff finales de la FedEx Cup. Ahora mismo ocupa la posición número 12, a la que se ha trasladado directamente desde la 48. Una gran actuación que bien vale una celebración acorde a la ocasión.