Parecía una tarea complicada la que tenía tras de sí Miguel Ángel Jiménez (63 golpe, -18) en el Dominion Energy Charity Classic. El malagueño llegaba a la ronda del lunes -una jornada a la que llegamos después de que la lluvia impidiera continuar el torneo el domingo- empatado en la cuarta plaza, tres golpes por detrás de los líderes Tommy Tolles y Scott Parel. Pero de nuevo el malagueño volvió a demostrar por qué está considerado uno de los pesos pesados del Champions Tour. Y sólo hay que darse una vuelta por sus números desde que forma parte del circuito para comprobarlo.
El de Churriana logró en Richmond el segundo triunfo de la temporada y el octavo desde que aterrizó en la gira sénior de los Estados Unidos. Un dato que se torna más impresionante si cabe al conocer que es el sexto año consecutivo que el español consigue al menos un triunfo. Una victoria que, por cierto, no hubiese podido lograr de ninguna de las maneras si no llega a entregar una de las grandes cartulinas de la temporada con nueve birdies sin errores que dejaron en nada cualquier intento de Tolles (68 golpes, -16) y de Montgomerie (68 golpes, -15) de darle caza.
Jiménez fue en todo momento con pasos cortos, pero seguros. Y es que no fue hasta el hoyo 4 cuando empezó a abrir un tarro de las esencias que ya no cerró en ningún momento. Cuatro aciertos en los nueve primeros hoyos y cinco más en los nueve segundos supusieron un puñetazo encima de la mesa ante el que nadie pudo responder. Todo ello con un juego impresionante con el que incluso podía haber mejorado mucho más sus números, como se encargó de comentar en sala de prensa unos minutos después de su victoria.
“Esta mañana pensé que tenía que hacer al menos 15 o 16 bajo par si quería ganar el torneo. Es por esto que me centré en mi juego. Los birdies empezaron en el primer par 3 del día, el del hoyo 4. Me sentí bien por todo el campo. Jugué para birdie casi cada hoyo y me sentí muy cómodo en los greenes”, sentenció. Un triunfo que le permite al deportista de 54 años avanzar doce posiciones en la Schwab Cup para ocupar momentáneamente el décimo lugar con siete torneos por jugar.