Jon Rahm anotaba por segundo día consecutivo el birdie en el icónico hoyo 16 del TPC Scottsdale, un hoyo conocido como el gran coliseo del golf gracias a las gradas que rodean ese par 3 y que en esta edición se ha visto reducido su aforo de 22.000 espectadores a unos pocos miles. El de Barrika se hacía con ese birdie no si suspense tras el golpe desde el tee ya que la bola entraba por la parte de atrás del agujero.