Durante muchas horas nos quedamos con el duelo entre Matt Kuchar (66 golpes, -25) y Camilo Villegas (66 golpes, -25) e hicimos caso omiso a lo que pasaba por detrás. Una circunstancia con la que ha jugado a favor Erik van Rooyen (63 golpes, -27) para llevarse a casa la segunda victoria de su carrera en el circuito más importante del planeta. Un triunfo por el que pocos hubiesen firmado en los nueve primeros hoyos y que, sin embargo, se hizo realidad después de una parte final increíble.
Pero antes de que el sudafricano se saliera con la suya, lo primero que se anotó Van Rooyen en la cartulina fue un bogey en la primera bandera. Un error en el hoyo más sencillo de todo el domingo que no invitaba al optimismo. Por fortuna para él, dos aciertos en el 2 y en el 6 le permitieron finalizar los nueve primeros hoyos con un resultado parcial en negativo, lo que le seguía dejando en distancia de pelear por el título. Y vaya si lo hizo.
El sudafricano revolucionó el World Wide Technology Championship en la segunda parte del recorrido y, con ayuda del mejor golf de toda la semana, se llevó con todo merecimiento el triunfo. Van Rooyen se anotó seis birdies y un eagle en las nueve banderas finales -el eagle y dos de los birdies llegaron en los tres últimos hoyos- con los que dejó sin margen de recuperación a Villegas y a Kuchar, quienes habían llegado a este último día de campeonato con la esperanza de que un triunfo les permitiera volver a reinar en el PGA Tour bastante tiempo después.
De hecho, ninguno de los dos cuajó un mal día de juego. Ambos finalizaron sus rondas con seis aciertos sin fallos, pero el gran desempeño del deportista africano aplaza la vuelta del jugador de Medellín entre los mejores.
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