Enorme esfuerzo de Rafa Cabrera-Bello (68 golpes, -5), que consigue su mejor clasificación histórica en un Major tras finalizar en cuarta posición en Royal Birkdale y completar dos semanas de puro Golf con la victoria en Escocia y su actuación en Inglaterra. El jugador grancanario, que solo cedió ante el complejo británico en la segunda jornada, no perdió la cara al podio en ningún momento y con tres birdies y un bogey se quedó a solo un impacto de la tercera plaza del chino Haotong Li (63 golpes, -6) y, eso sí, a siete de Jordan Spieth (69 golpes, -12), amo y señor del campeonato.
Y eso que no empezó nada bien, con tres bogeys en sus cuatro primeros hoyos que le hicieron perder de un plumazo los tres golpes de ventaja que tenía respecto a Matt Kuchar (69 golpes, -9). Los fantasmas de Augusta comenzaron a rondarle la cabeza. El putter, esa herramienta que ejerció como un apéndice de su cuerpo el sábado, no encontraba el camino del agujero y su juego se diluyó como un azucarillo hasta el 12, donde se produjo uno de los grandes momentos de la velada.
Porque tras escaparse desde el tee y vivir una auténtica trapisonda para poder dropar –contó con el beneplácito de la organización, que no incluyó la cancha de prácticas dentro del fuera de límites- firmó un grandioso bogey que le hizo despertar. Gran parte de esta resurrección se la debe a su caddie Michael Greller, gran apoyo del texano durante este tensa jornada. Y lo que sucedió a partir de aquí solo está a la altura de los grandes de este deporte.
Birdie en el 14 tras casi firmar el Hoyo en Uno para volver a dar caza a Kuchar en el liderato, eagle en el 15 y otros dos birdies más en el 16 y en el 17. En cuestión de 40 minutos, Spieth había dejado visto para sentencia un torneo en el que el gran fallo de su compañero de partido fue no atacar cuando la presa estaba tambaleándose. Kuchar dejó con vida a un león malherido y el zarpazo de Spieth sonó con fuerza en todo el Reino Unido.
El hoyo 18 fue un autohomenaje del deportista de Dallas. Sabía que a sus 23 años -cumplirá 24 el próximo jueves- se convertiría en el campeón más joven del Open desde que Seve lo hiciera en 1979 con 22 años a sus espaldas. Y no solo eso, sino que ya acumula tres Majors en su palmarés y solo el PGA Championship le separa de poder completar un Grand Slam histórico a su edad.
Del resto de la actuación española, Sergio García (72 golpes, +2) bajó hasta el T37 después de una ronda con dos golpes por encima del par del campo, mientras que Jon Rahm (70 golpes, +3) se ubicó en el T44 tras finalizar al par sus últimos 18 hoyos.
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