Para todos aquellos que pensaban que lo vivido en el Valspar fue flor de un día Tiger les ha dejado un regalo en forma de birdies en el comienzo del Arnold Palmer Invitational. Hasta tres convirtió el golfista estadounidense en la primera parte de su recorrido, huyendo de los errores y mostrándose muy atinado en los últimos metros.
El más claro ejemplo lo vimos en el hoyo 13, cuando el ex número 1 del mundo no tuvo el menor problema en embocar este lejano putt de, aproximadamente, cinco metros y medio para colocarse momentáneamente en lo más alto de Bay Hill.