Quizás algunos se han dado cuenta de que, pese al éxito sin paliativos de Scottie Scheffler en el pasado torneo olímpico, ninguno de sus patrocinadores ha hecho alarde de su medalla de oro. Y el motivo es bien sencillo: una regla que forma parte del evento y que impide a cualquier marca hacer ostentación de los éxitos de su representado hasta que haya tenido lugar la ceremonia de clausura.
Después de todo, empresas como Coca-Cola, Visa, Toyota o Samsung abonan al Comité Olímpico Internacional importantes sumas de dinero para convertirse en sponsors oficiales y no quieren que otros nombres les eclipsen a lo largo y ancho de la disputa de los Juegos Olímpicos. Así, TaylorMade, marca que utiliza el norteamericano para sus herramientas de trabajo, todo lo más que pudo hacer este lunes fue mostrar en su página web una gran fotografía del norteamericano acompañado de la palabra “campeón”, omitiendo cualquier referencia a lo acontecido en Le Golf National.
De hecho, todo está controlado hasta el punto de que las propias firmas ni siquiera pueden felicitar a los deportistas a través de las redes sociales para así evitar cualquier asociación que pueda producirse. Ni siquiera está permitido promocionar a atletas bajo los lemas “El camino a París” o “París 2024”, descartando para ello imágenes icónicas de la ciudad de la luz, tales como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o Notre Dame.
En definitiva, que todas aquellas firmas que busquen hacer negocio con las preseas de sus jugadores deberán hacerlo a partir del 11 de agosto, cuando la llama olímpica se apague en París y comience el viaje hacia Los Ángeles, donde tendrá lugar el próximo evento.
Forever a part of Olympic history.#Paris2024 | #Olympics pic.twitter.com/iMbM9vLxSp
— Olympic Golf (@OlympicGolf) August 4, 2024
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