Rory se iba mucho por la derecha con su segundo golpe en el 10, el primero al que se enfrentaba en la segunda jornada del US PGA un par 5 de 591 yardas, dejando la bola a más de 70 metros de la bandera en una difícil situación con un golpe ciego y la única vista del camino como referencia.
Tras examinar el terreno con su caddie y amigo Harry Diamond, el norirlandés se sacó de la manga una recuperación excepcional. Golpeó la bola, hundida en el rough, con un hierro 6 jugando con el asfalto llevándola pasado un metro el green, suficiente para sacar el par y el reconocimiento del mundo.
Rory from the road ??
He made par. #PGAChamp pic.twitter.com/JsvMm7M9Rk
— The European Tour (@EuropeanTour) 11 de agosto de 2017