Después de 18 banderas este domingo y de dos hoyos adicionales de desempate, llegaban Jordan Spieth y Matt Fitzpatrick por tercera vez en el día al hoyo 18 con la esperanza de que la chispa saltara y que uno pudiera hacerse con la victoria. Y esta iluminación le acabó llegando al deportista británico, que conectó un golpazo inconmensurable desde 182 yardas para dejar la bola a apenas unos centímetros del fondo del agujero. Una acción ante la que el americano no pudo responder y que acabó otorgándole al europeo el segundo triunfo en el PGA Tour tras el cosechado en el último US Open.
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