Aunque ya han transcurrido cuatro años desde que sucediera, todavía se recuerda con auténtica admiración y con mucho asombro el golpe de Sergio García durante la ronda final del Arnold Palmer Invitational. Y es que pocas veces se ve a un jugador de golf subido a las ramas de un árbol y golpear la bola después de que esta se quedara reposando encima de uno consiguiendo sacarla a mitad de calle. Todo un espectáculo, este golpe a lo Tarzán con una sola mano, que vale la pena volver a ver.