En más de una ocasión hemos comentado aquello de que la línea que separa el éxito y el fracaso en el mundo del Golf es muy fina. La más mínima variación de viento o, como en el caso que nos ocupa, un rebote hacia el lado equivocado puede provocar que un jugador se olvide de pelear por un título y acabe incluso fuera del podio. Y si no que se lo digan a Ryan Palmer, quien necesitaba imperiosamente un birdie en el 18 para jugar el PlayOff junto a Steele y Smith y, sin embargo, se encontró con esta sorpresa inesperada.
Con la bola en el bunker después de una mala salida desde el tee, el norteamericano debía imprimirle más altura a la bola si quería tener una mínima oportunidad de llevarla al green. Pero la adrenalina le acabó jugando una mala pasada y la acabó llevando a la parte alta de una carpa, que le imprimió más velocidad a la pelota para alejarla de la vista de todos terminando fuera de límites. En definitiva: un golpe de penalidad y cualquier opción de éxito cayó en saco roto.
Ryan Palmer was 1 back when he hit this shot.
The aggressive play led to a wild bounce.
He bogeyed to finish 2 back. pic.twitter.com/WXVCZfyxtf
— PGA TOUR (@PGATOUR) January 13, 2020