Y al cuarto mes el golfista norirlandés resucitó. Muchos le han criticado que ha estado escondido en una cueva esta temporada, que apenas ha salido en los medios más allá que para presentar en sociedad a su nuevo amor, que no ha dado la cara en las grandes citas… Pero un número 1 del mundo lo es por alguna razón, y siempre se ha de estar alerta a sus movimientos –si no que se lo digan al inglés Paul Casey (-13), que ha visto como Rory (-15) le comía la tostada en esta última jornada y perdía la ocasión de poner el punto y final a sus más de siete años de sequía en el circuito norteamericano-.
El golfista natural de Holywood no entraba en las quinielas de ningún experto en esta última ronda, pero hoy ha demostrado que en el golf nunca hay que dar nada por sentado. Rory, que recordamos finalizó en una de las últimas posiciones tras los primeros 18 hoyos, ha protagonizado una remontada digna de elogio en la que ha ido de menos a más para asestar este lunes un golpe definitivo a sus rivales, ante el que no han podido reaccionar.
Siete birdies y un único bogey –en el penúltimo hoyo, para añadir algo más de picante sobre la hierba del TPC Boston- ha sido la hoja de servicios del risueño deportista norirlandés este último día para conseguir su segundo Deutsche Bank Championship, un triunfo que se fue cocinando a fuego lento en sus primeros nueve hoyos, donde sumó cinco birdies con los que apareció en las primeras plazas. A esto hay que sumarle la ronda aciaga de Casey –no ha podido escoger peor día para irse por encima del par del campo-, que ha disparado 73 golpes, siete más que en sus tres anteriores rondas, para quedarse con la miel en los labios.
Así pues, Rory suma la segunda victoria del año –primera en Estados Unidos, tras llevarse el Open de Irlanda en mayo- y pone la directa en los PlayOff de la FedEx Cup, donde se coloca cuarto a menos de mil puntos del primer clasificado, Patrick Reed. Y lo que es más importante, se pone a tono para la Ryder de final de mes, competición en la que también estará Sergio García (-6), que ha terminado su participación en el Deutsche Bank con una ronda bajo par, suficiente para seguir integrando un puesto entre los 30 mejores jugadores de la FedEx y optar al Tour Championship de la penúltima semana de mes.