Cuántas alegrías pueden darnos el binomio Rafa Cabrera-Bello y Jon Rahm. Y es que el combinado español lidera en solitario el Campeonato del Mundo que se está disputando en el Kingston Heath Golf Club de Melbourne (Australia) después de la primera jornada de los foursomes.
Un eagle –el único que se vio en todo el día, a cargo del canario-, dos birdies y un bogey es el bagaje de la Armada en los primeros 18 hoyos sobre suelo aussie y, aunque el botín pudo ser todavía mayor, el vizcaíno y el grancanario han cogido una pequeña ventaja que les permitirá afrontar con entusiasmo la segunda vuelta –esta vez en modalidad fourball-, en la que se las verán con los franceses Victor Dubuisson y el joven Romain Langasque en el último turno del día.
Como puede verse en la clasificación, la igualdad ha sido la tónica dominante en esta primera jornada. Y es que la ronda ha dejado solo a seis parejas con guarismos en negativo en la competición –sorprendente comienzo para mal de los escoceses que, pese a ser uno de los que más opciones tenían según las apuestas, se han hundido en la tabla después de que Russell Knox y Duncan Stewart hayan encadenado un error tras otro después del birdie del hoyo uno y se hayan ido hasta el +6-. Y entre todas ellos los grandes favoritos ya se han puesto el mono de faena.
Con permiso de los chinos Wu y Haotong Li, que se han colado en el podio desbancando en estas primeras horas a los japoneses, todo sigue el plan que podíamos esperar en un principio. Italia (Francesco Molinari-Manassero) e Inglaterra (Wood-Sullivan) son los únicos en lograr un -1 en la primera ronda, uno por detrás de los mencionados chinos, de los franceses y de los estadounidenses Rickie Fowler y Jimmy Walker, que también se han quedado a rebufo de los españoles después de un inesperado bogey en el 16. Así pues, todo por jugar en Oceanía, aunque esto pinta muy pero que muy bien.